RECONOCER PALENCIA – La fotocolumna de Miguel Sánchez

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Desde muy pequeños tenemos el impulso de andar. Es irremediable e innato y gracias a ello sobrevivimos en el entorno, antes sobre todo natural, ahora mayoritariamente urbano. Andar implica salir del cascarón, y eso se traduce en el ejercicio sano de descubrir y por tanto de conocer.

Nuestra provincia está llena de caminos y senderos que esperan ser recorridos no sólo por personas foráneas, también por las gentes de la tierra, las y los palentinos que cada vez que salimos a andar por nuestra provincia seguimos descubriendo y asombrándonos con todo lo que ésta contiene: espacios naturales espectaculares, un patrimonio artístico y monumental desbordante, diversas y ancestrales tradiciones y una gastronomía variada y de calidad, entre otros elementos que forman parte de nuestra riqueza cultural y por tanto de nuestros atractivos turísticos.

La provincia de Palencia pide a gritos ser más reconocida y eso, trabajando duramente por ello y dejando un poco de lado el sentimiento pesimista, se puede traducir en esperanza, pudiendo llegar a ser nuestra suerte de futuro. Hagámoslo cada vez más presente. Vamos a echarnos a andar y reconozcamos más nuestra tierra.

La fotografía está tomada desde Dehesa de Montejo, en la Montaña Palentina. Una localidad que, aparte de ser una ventana abierta al paisaje montañoso, contiene una bonita iglesia de origen románico dedicada a San Pelayo, cuyo origen data del siglo XIII y cuya espadaña típica de la zona la hace reconocible a distancia. Muy cerquita de la localidad arranca la ruta de la Tejeda de Tosande, donde el visitante puede disfrutar recorriendo un magnífico bosque con un alto valor medioambiental y paisajístico.

 

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