Fundación Díaz-Caneja: un museo en el que mirarse

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Fundación Díaz-Caneja: un museo en el que mirarse

PaCO TE ANIMA A DISFRUTAR DEL PATRIMONIO CULTURAL DE PALENCIA EN LA FIESTA DE LOS MUSEOS RECOMENDÁNDOTE VISITAR UNA DE LAS INSTITUCIONES MÁS DESTACADAS DE LA CAPITAL

La cultura se desarrolla continuamente y en todas partes. Y, aunque abarca innumerables formas y puede disfrutarse de muchas maneras, en mayo los museos cobran un protagonismo especial. Con el tiempo, han pasado de ser meros contenedores de objetos a parecerse más a una plaza pública en la que la cultura no solo se contempla sino que también se construye entre todos mediante la participación y el intercambio. Esto es precisamente lo que el Día Internacional de los Museos (DIM) quiere destacar el sábado 18, celebrando el papel de estas instituciones en las que podemos reconocernos y proyectarnos como individuos y como sociedad.

Aunque visitar museos siempre es recomendable, el DIM es un muy buen momento para volver a hacerlo (o acercarse por primera vez), ya que suelen organizar actividades especiales y ofrecer acceso gratuito a sus exposiciones. Palencia cuenta con opciones variadas en las que puede conocerse desde el patrimonio más antiguo hasta manifestaciones artísticas más cercanas a nuestros días, como la Fundación Díaz-Caneja, el Museo de Arte Contemporáneo que alberga la obra de este pintor palentino, que su viuda, Isabel Fernández Almansa, donó a la ciudad.

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Para este especial del Día de los Museos, PaCO ha visitado esta institución, que el pasado noviembre, con motivo del trigésimo aniversario de la muerte del pintor, presentó una reorganización de la colección permanente diseñada por Rafael del Valle, secretario del patronato de la Fundación y responsable voluntario de un museo que actualmente no cuenta con la figura de una directora o director (esta tendría que designarse mediante un concurso público).

Durante nuestra visita, Del Valle destaca la predilección que Caneja sentía por Palencia, y defiende el sentido de tener aquí un museo con su obra para que la gente conozca y valore a este

«paisano ilustre», que en vida vio su labor artística reconocida con galardones como el Premio de las Artes de Castilla y León en 1984 o el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1980, y póstumamente con una importante exposición retrospectiva celebrada en el Museo Reina Sofía en 2005, al cumplirse cien años de su nacimiento.

Con el objetivo de acercar al público la pintura de Caneja, la Fundación cuenta con un proyecto pedagógico para niños –uno de sus principales públicos– que incluye mediación y talleres creativos. En paralelo, despliega una amplia programación de exposiciones temporales, como la actual de fotomontajes digitales realizados por Águeda de la Pisa, artista palentina que también fue laureada con el Premio de las Artes de Castilla y León en 2015. Caneja y ella mantuvieron una gran amistad. Puedes verlos juntos en una de las fotografías de la colección permanente. La muestra de De la Pisa puede visitarse hasta el 26 de mayo.

Asimismo, el museo quiere impulsar toda actividad cultural que sea posible: Del Valle explica que «hay cosas fijas, como las sesiones de historia del arte abiertas a todos los públicos» que organiza en colaboración con la Universidad Popular de Palencia. También recuperó el Premio “Caneja” de Pintura, que hasta el año pasado estaba discontinuado, y en breve pondrá en marcha un certamen de pintura para artistas menores de 30 años. Con todo, Del Valle lamenta que algunos proyectos se quedaron sin realizar por falta de acuerdo y de presupuesto, como algunas de las exposiciones que estaban previstas entre los actos de conmemoración del 30º aniversario de la muerte de Caneja.

El 18 de mayo, con motivo del DIM, el museo ofrecerá visitas guiadas a la colección y a la exposición permanente, así como importantes descuentos en las publicaciones que la Fundación tiene a la venta.

Una mirada a la pintura de Díaz-Caneja

LA NUEVA EXPOSICIÓN PERMANENTE DEL MUSEO PALENTINO SE CENTRA EN EL UNIVERSO PICTÓRICO DEL ARTISTA, QUE TOMA COMO BASE EL PAISAJE CASTELLANO

Juan Manuel Díaz-Caneja (1905-1988) es uno de esos artistas cuya obra no recibe una atención suficiente a pesar de tener una calidad y sensibilidad destacables. Algunos historiadores y críticos se han referido a él como un pintor «secreto» u «olvidado», lo cual hace pensar que en Palencia hay mucha belleza desconocida además de la catedral.

Sin embargo, esa falta de protagonismo parece concordar con el carácter de Caneja según lo describen quienes le conocieron. Rafael del Valle dice de él que era una persona silenciosa y “muy austera en todo: en su forma de vivir, de vestir o de expresarse, ya que hablaba lo justo”. Algo que, frente a sus cuadros, cobra sentido, pues en sus paisajes la sensación de calma y el silencio son protagonistas.

La obra de Caneja es una investigación pictórica muy personal a la que dedicó más de cuarenta años, que toma como motivo principal el paisaje castellano. Pero, aunque son claramente reconocibles como castellanos por su apariencia y sus colores, estos paisajes no son representaciones de lugares concretos. Caneja llegó a afirmar que él no pintaba paisajes, sino las sensaciones que estos le provocaban; de modo que los paisajes que plasmó en sus cuadros no son reales sino mentales.

Por eso continuó pintándolos desde su estudio en Madrid sin estar físicamente en Castilla. En definitiva, el paisaje para Caneja era un tema, una excusa para experimentar pictóricamente, hasta el punto de que hay ocasiones en las que casi desaparece, quedando solo la pintura. Por razones como estas, muchos consideran a Caneja un pintor-poeta.

La nueva organización de la colección permanente propone un recorrido cronológico centrado en el protagonismo que Caneja concedió al paisaje durante toda su trayectoria –a excepción de una sección en la que se abandona la línea temporal para abrir un paréntesis temático dedicado a los bodegones–, y está distribuida en once espacios que se corresponden con diferentes etapas de su proceso creativo.

En algunos puntos del recorrido se encuentran vitrinas con fotografías de Díaz-Caneja y de sus allegados, y reproducciones –de calidad mejorable– de pinturas de otros artistas que fueron referentes importantes para él, como Picasso, Gris, Cézanne o Matisse.

Aunque el planteamiento museográfico no es especialmente innovador, sí se han actualizado elementos como las audioguías, a las que puede accederse a través del teléfono mediante los códigos QR situados en las cartelas de los títulos de cada apartado de la exposición. También es destacable la diafanidad que se ha conseguido en el espacio con la nueva distribución de las obras, que permite tener una panorámica de las salas en la que se puede apreciar la evolución del estilo de Caneja en un golpe de vista.

Ahora que ya conoces mejor lo que puedes encontrar en la Fundación Díaz-Caneja, te animamos a que aproveches el DIM para disfrutar de primera mano de lo que PaCO te ha contado a través de sus gafas.

¡Nos vemos en los museos el día 18!

 

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