Quirce: «Todos tenemos que aprender de todos»

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Por ALFREDO GARCÍA MISAS

Pincel, lienzo y caballete fueron los únicos maestros que José Luis Quirce necesitó para comenzar a esbozar los trazos que compondrían sus primeros paisajes, retratos y bodegones. De formación inicial autodidacta, este pintor juega con las perspectivas y los encuadres: fotografías dentro de las composiciones o lienzos pintados dentro del propio cuadro (trampantojos). Con un estilo figurativo, presenta ahora su nueva exposición en el Museo del Agua de la capital palentina: Aqua. Inaugurada el 6 de julio, se podrá visitar hasta el 9 de agosto para disfrutar de una selección cuidada de 22 obras con el mar y los ríos como hilo conductor.

Usted tiene una amplia variedad de temáticas en sus obras, ¿por qué ha elegido el agua como el protagonista de esta exposición?

Todos los artistas tenemos etapas. Este es un tema que previamente había tocado. Soy de Tierra de Campos, pero el agua siempre me ha llamado mucho la atención. Mi primer cuadro fue una marina, una copia de una lámina. Podría haber elegido otro tema pero no. Entonces esta época la he tenido siempre.

¿Qué espera que los visitantes se lleven de su nueva exposición?

Mi pintura es muy realista. No es de impresiones, es de ver. Me gusta que mi pintura entre a cada uno por la vista. Que cada uno se lleve lo que le sugiera.

Al ser un pintor autodidacta ¿hay algún artista que tomó como referente al desarrollar sus habilidades pictóricas?

Soy autodidacta de primera época. Luego estuve en la escuela de artes limándome. Pero en esa época inicial había tres artistas que siempre me han impresionado: Dalí con su creatividad e impresión, Rembrandt con su luz, y Velázquez con sus formas. En mi época de estudiante me pasaba muchas horas en el Museo del Prado. Al final cada artista tiene su estilo. Por eso de cualquier pintor actual se puede aprender. Todos tenemos que aprender de todos.

Su estilo es principalmente figurativo, pero ¿se ha planteado sumergirse en otras formas artísticas, como la abstracción?

Sí. De hecho ya he indagado en la abstracción. Yo he ganado concursos con abstracción. Pero son épocas y temporadas. Para ganar concursos de arte figurativo tienes que ser realmente bueno y llegar a la gente. Es una técnica que lleva años. Tienes que tener cocina. Aún hoy toco la abstracción de vez en cuando. Aunque, si hablamos de porcentajes, el 90% de mis obras son figurativas.

¿Hay algo que aún no haya pintado, pero tenga ganas de hacerlo?

Me gustaría hacer alguna obra de tema religioso, pero no sé ni cómo ni cuándo lo haré. Cuando me jubile, que no me queda mucho. Pero por ahora seguiré en la línea de lo que he hecho ya.

Y para finalizar, ¿a qué obra quiere que los espectadores presenten una especial atención?

Para mí puede que alguna obra tenga un simbolismo especial, pero para el espectador no. Hay un cuadro muy simbólico que casi siempre pasa desapercibido. Es ese de allí (apunta al otro lado de la sala, donde cuelga la obra en cuestión), el que está en el centro, el de la caracola al lado de un cuadro. Tuve una época de trampantojos. El cuadro que está dentro de la obra es una copia de uno que tenía mi tío en su salón. Me pasaba horas mirándolo y queriendo pintar algo así. Entonces es una copia de ese, dentro de mi propia composición. Ese sí tiene un valor sentimental. Pero todos mis cuadros son hijos.

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